jueves, 17 de mayo de 2018

La hora del cuento CORRECCIÓN

INTRODUCCIÓN

Hay tres tipos de estrategias para introducir la literatura en las aulas:
-          Cuentacuentos: Son relatos transmitidos oralmente, en los que no se utilizan ilustraciones. Tiene la capacidad de generar imágenes en la mente del que escucha y fomenta el desarrollo de la imaginación. Es el medio más directo para aproximar al niño a la obra literaria.

-          Lectura: Se lee un cuento con el apoyo de las ilustraciones del libro. Para ello hay que tener en cuenta varios aspectos como lector: entonación, ritmo, volumen, expresividad, pausas, interactuación, ritmo de lectura, claridad y vocalización. Para leer se requiere una cierta disponibilidad personal y muy diversas razones. El marco ambiental tiene gran importancia para realizar dicha estrategia.

-          Narración con libro: El narrador va recreando la historia a través de las ilustraciones que muestra a los niños/as y va asegurándose de que se fijan en los detalles, en los gestos, en los movimientos, etc. Debe ser conocedor de la historia de antemano para transmitirla con sus palabras y para interactuar continuamente con los receptores. Está pensada, fundamentalmente, para trabajar la decodificación gráfica, icónica y, por ello, el maestro no cuenta la historia ilustrándola con las imágenes, sino que narra describiendo.

SELECCIÓN DE ESTRATEGIA

De las tres estrategias yo he elegido el cuentacuentos, en concreto porque escogí el cuento folclórico “El caracol y el rosal” recopilado por Hans Christian Andersen. Una narración ya que hay que mantener y propagar la transmisión oral, potenciando la imaginación, la emoción y la reflexión de cada uno.

Decidí seleccionar este cuento para niños de 5-6 años, ya que me parece que este tipo de estrategia es más extensa que una narración con libro o lectura, por lo que los niños con menos edad podrían distraerse y aburrirse con facilidad. Además que sea un caracol el protagonista llama mucho la atención en los niños de esas edades.

Los objetivos principales que pretendo conseguir con el cuentacuentos son:


  • Fomentar la imaginación y la curiosidad.

  • Llamar a la reflexión personal.

  • Que comprendan la realidad a través del cuento.

  •  Su esquema es lineal por lo que también favorecer la memorización.

  • Desarrollar su capacidad de comprensión auditiva (escuchar, comprender y reaccionar adecuadamente a la palabra hablada).


PREPARACIÓN DE LA ACTIVIDAD

  •  Seleccione la estrategia y el cuento.

  •  Como narradora decidí modificar ciertas palabras y expresiones (lo subrayado) hasta hacerla propia aunque basándome en el hilo argumental de la historia:

Había una vez un gran campo donde pastaban las ovejas y las vacas. Y al otro lado de este, se hallaba el hermoso jardín rodeado de avellanos. En el centro del jardín había un rosal totalmente cubierto de flores durante todo el año. Y allí, en ese aromático mundo de color, vivía el caracol Marisol, con todo lo que representaba su mundo, a cuestas, pues sobre sus espaldas llevaba su casa y sus pertenencias.
Y se hablaba a sí mismo sobre su momento de ser útil en la vida: -¡Paciencia! -decía el caracol Marisol-. Ya llegará mi hora. Haré mucho más que dar rosas o avellanas, muchísimo más que dar leche como las vacas y las ovejas.
-Esperamos mucho de ti –le dijo el rosal-. ¿Podría saber cuándo me enseñarás lo que eres capaz de hacer?
-Necesito tiempo para pensar -dijo el caracol Marisol-; siempre estás con prisas. No, así no se preparan las sorpresas.
Un año más tarde el caracol Marisol se hallaba tomando el sol casi en el mismo sitio que antes, mientras el rosal se dedicaba a echar capullos y mantener la belleza de sus rosas, siempre frescas, siempre nuevas. El caracol Marisol sacó medio cuerpo fuera, estiró sus cuernecillos y los encogió de nuevo.
-Nada ha cambiado -dijo-. No se advierte el más insignificante progreso. El rosal sigue con sus rosas, y eso es todo lo que hace.
Pasó el verano y vino el otoño. El rosal continuó dando capullos y rosas hasta que llegó la nieve. El tiempo se hizo húmedo y frío. El rosal se inclinó hacia la tierra y el caracol Marisol se escondió bajo el suelo.
Luego comenzó una nueva estación, y las rosas salieron al aire y el caracol Marisol hizo lo mismo.
-Ahora ya eres un rosal viejo -dijo el caracol Marisol-. Pronto tendrás que ir pensando en dejarlo. Ya has dado al mundo cuanto tenías dentro de ti. Si era o no de mucho valor, es cosa que no he tenido tiempo de pensar con calma. Pero está claro que no has hecho nada por tu desarrollo interno, pues en ese caso tendrías frutos muy distintos que ofrecernos. ¿Qué dices a esto? Pronto no serás más que un palo seco... ¿Te das cuenta de lo que quiero decirte?
-Me asustas -dijo el rosal-. Nunca he pensado en ello.
-Claro, nunca te has molestado en pensar en nada. ¿Te preguntaste alguna vez por qué florecías y cómo florecías, por qué lo hacías de esa manera y de no de otra?
-No, tu vida fue demasiado fácil -contestó el caracol Marisol (Sin detenerse a observarse a sí mismo).
-Cierto -dijo el rosal-. Me lo daban todo. Pero tú tuviste más suerte aún. Tú eres una de esas criaturas que piensan mucho, uno de esos seres de gran inteligencia que se proponen asombrar al mundo algún día... algún día.... ¿Pero, de qué te sirve el pasar los años pensando sin hacer nada útil por el mundo?
-No, no, de ningún modo -dijo el caracol Marisol-. El mundo no existe para mí. ¿Qué tengo yo que ver con el mundo? Bastante es que me ocupe de mí mismo y en mí mismo.
-¿Pero no deberíamos todos dar a los demás lo mejor de nosotros, no deberíamos ofrecerle cuanto pudiéramos al mundo? Es cierto que yo no le he dado más que rosas; pero tú, en cambio, que posees tantos dones, ¿qué has dado tú? ¿Qué puedes darle?
-¿Darle? ¿Darle yo al mundo? Yo lo escupo. ¿Para qué sirve el mundo? No significa nada para mí. Anda, sigue cultivando tus rosas; es para lo único que sirves. Deja que los avellanos produzcan sus frutos, deja que las vacas y las ovejas den su leche; cada uno tiene su público, y yo también tengo el mío dentro de mí mismo. ¡Me recojo en mi interior, y en él voy a quedarme! El mundo no me interesa.
Y con estas palabras, el caracol Marisol se metió dentro de su casa y la cerró.
-¡Qué pena! -dijo el rosal-. Yo no tengo modo de esconderme, por mucho que lo intente. Siempre he de volver otra vez, siempre he de mostrarme otra vez en mis rosas.
Y el rosal continuó floreciendo en toda su inocencia, mientras el caracol Marisol dormía dentro de su casa. El mundo nada significaba para él.
Y pasaron los años.
El caracol Marisol se había vuelto tierra en la tierra, y el rosal tierra en la tierra... Pero en el jardín brotaban los rosales nuevos, y los nuevos caracoles decidieron no seguir con la misma filosofía que Marisol, dejaron de arrastrarse dentro de sus casas, porque no escupían al mundo, ahora la vida tenía un significado para ellos.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado...


  • Después me lo aprendí, para ello me lo leí varias veces y se lo conté a mi abuela, mi madre y mi hermano otro par de veces. Me costó recordar sobre todo los diálogos entre el rosal y el caracol. Además de darle una buena entonación.

  • Formulé las preguntas que me gustaría decir durante la narración: ¿Cómo actuaríais si fueseis en este momento el rosal?, ¿Cómo pensáis que está todo al pasar los años?, ¿Por qué creéis que la vida empezó a tener significado para los caracoles?; y también preguntas al final del cuento: ¿Qué os ha parecido?, ¿Si pudieseis seríais rosal o caracol?

PUESTA EN PRÁCTICA
La primera vez que conté mi cuento fue a Lucía Martín Rabadán y Claudia Álvarez Crecente. A pesar de ser vergonzosa, me sentí cómoda ya que tenemos muy buena relación y no tenía la sensación de que fuesen a juzgarme sino a ayudarme a mejorar. Además al ser la primera vez que realizábamos las estrategias las tres, nos animamos y ayudamos entre nosotras bastante. En mi opinión para ser la primera práctica no estuvo mal pero sí mejorable. Me dijeron que podía mejorar en poner más énfasis en la historia y en estirar el tiempo de pausas para llamar más la atención de los niños porque sino la historia se hace un poco densa para ellos. A parte de esto, resaltaron que hice bien la adaptación del cuento para niños de 5-6 años y la formulación de las preguntas durante y al final del cuento.
La segunda vez que conté mi cuento fue a Ana Martínez Puche y Noelia Sáez García. También me sentí muy a gusto con ellas, pues me escucharon y ayudaron a que me sintiera cómoda, sus cuentos me gustaron ambos mucho sobre todo el de Ana ya que lo conocía de antes y me pareció que no podría haberlo hecho mejor. Esta vez corregí lo que previamente me dijeron Lucía y Claudia, resaltaron esta vez que hice bien las pausas, las preguntas para interactuar y la narración en general. Me recomendaron que practicara porque en algunos puntos me trababa.
La tercera vez que conté mi cuento fue a Claudia Sanz Aiba y Víctor Lamagrande Quesada. Fue bastante similar a las anteriores veces, solo que sentía más vergüenza ya que no tengo casi relación con ellos y me sentía un poco más cohibida o con miedo a ponerme nerviosa y trabarme. A pesar de ello, considero que los tres por los consejos previos de otros grupos lo llevábamos bastante preparado y nos adaptamos bien a la situación. Me dijeron que en general les parecía que la narración estaba muy bien, la edad bien elegida y que la entonación era correcta para llamar la atención de los niños. Víctor me comentó que podría mejorar añadiendo alguna pregunta más al principio de la narración.
La cuarta y última vez que conté mi cuento fue a Oisin Montgomery y María Crisol Fernández. Aquí intenté añadir y hacer todo lo que me habían aconsejado mejorar previamente y mantener lo que me habían comentado que hacía bien. Al finalizar la narración solo me dijeron puntos positivos, en general les había gustado todo. Bajo mi punto de vista, esta vez fue la que mejor me salió pues ya tenía asimilado el cuento, se me habían pasado un poco los nervios y me sentía segura y cómoda con el cuento y las personas a las que se lo conté.
CONCLUSIÓN
Tras la preparación y la puesta en práctica me he dado cuenta de que el cuentacuentos es una estrategia magnifica para las aulas, pero no se utiliza tanto como las demás estrategias. Bajo mi punto de vista, por los comentarios que me dieron los compañeros, todos los objetivos propuestos los he conseguido.

He aprendido gracias a esta actividad a cómo realizar las tres estrategias, no solo el cuentacuentos. Sobre todo saber hacer las entonaciones, las pausas, en las narraciones con libro y lecturas apoyarse de las ilustraciones, saber realizar las preguntas durante y al final del cuento y empezar y acabar con frases llamativas y claras como “Había una vez un gran campo…” o “colorín colorado este cuento se ha acabado”.

En definitiva, ha sido gratificador poner todo ello en práctica, ya que es como mejor se aprende, realizándolo y apoyándote de los consejos que te van dando.

BIBLIOGRAFÍA

Hans Christian Andersen [El caracol y el rosal] (s.f). Descargado de: http://www.rinconcastellano.com/cuentos/andersen/andersen_caracol.html#

1 comentario:

LITERATURA INFANTIL: ARTÍCULO FINAL

Con la asignatura “Literatura Infantil” he podido rememorar momentos maravillosos de mi infancia junto a la lectura, que para ser sinceros...